Por Homero Novoa Quiroz
Batán de mis años de infancia
hijo de manos ancestrales
alivio de la vecindad
tú que no sabes de rencores
que vivías en paz
junto al saúco medicinal,
dime, qué memoria te dejó el pasado,
que secreto guardas de la abuela Soledad.
Yo te dejé una tarde
vigilando cual centinela
los sueños del atardecer,
hoy he regresado
y desde el lugar de siempre
en vez del arbusto querido
me da la bienvenida
una planta anónima
que nada sabe del ayer.
Sé que lloraste mi partida
que te dejó sin acceso a mi piel,
no tuve otro remedio
que visitar la lejanía
a ver si allí encontraba
por lo menos una gota
de eso que llaman miel.
Tú que has molido los granos
de tanta pobreza junta,
tú que sabes más que nadie
de la honda necesidad
te pido que me perdones
y me devuelvas el afán
de tenerte de nuevo:
vivo, receptivo, confidente...
tranformando en harina el trigo
y en rico condimento el azafrán.
Retorna ya
y déjame mirarte a los ojos
quiero saber qué labios
engatusaron tu emoción,
yo no quiero otro batán
es que sin conocerme
podría al menor descuido
moler sin piedad mi corazón.
Fuente:
o
Manojo de versos "DISTRAYENDO AL OLVIDO", presentado por el autor, con ocasión del XVII Encuentro de Escritores y Poetas Ancashinos "Alberto Carrillo Ramírez", desarrollado en Chiquián los días 3, 4 y 5 de enero de 2009 en el Centenario de la Muerte de Luis Pardo.
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1 comentario:
Gracias Homero es para mi una alegria que al final te decidiste a compartir con tus hermanos la palabra de nuestras emociones
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